Antisépticos y desinfectantes en odontología
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- diciembre 8, 2020
La desinfección, esterilización, ventilación y uso de barreras protectoras son de suma importancia para el área odontológica, debido a la transmisión de enfermedades infecciosas.
La emergencia sanitaria suscitada por la COVID-19 nos ha llevado a hablar de un tema que en el área odontológica se aplica de forma sistemática, los riesgos biológicos que implican la atención directa o indirecta del paciente. Obligándonos a cambiar y mejorar modelos de atención, priorizando medidas de desinfección y bioseguridad para el personal, áreas de trabajo y manejo de materiales, con el fin de prevenir contagios y garantizar que todo el equipo de trabajo se mantenga libre de infecciones.
El consultorio dental se convierte en un lugar altamente contaminado luego de cada intervención, no sólo por la cercanía en la atención al paciente, sino también por la aerosolización producida en las instalaciones, contaminando el sillón dental, superficies e instrumentos.
En el caso del laboratorio dental, se ha comprobado que se tiene la misma incidencia de riesgo de contagio a diversos microrganismos patógenos, potencialmente infecciosos, debido a la exposición indirecta. La cercanía con colegas o colaboradores, el medio ambiente y diversos objetos inanimados, como cucharillas o elementos utilizados en pacientes, sin el adecuado proceso de limpieza y desinfección entre cada uso, o simplemente cualquier elemento que no haya sido esterilizado en forma correcta, pueden convertirse en potenciales elementos de infección.
Una de las principales formas de transferencia de microorganismos es a través del contacto de las manos, ya sea al manipular la boca del paciente u operar instrumentos en la clínica o el laboratorio, los microorganismos patógenos pueden ser transferidos a diversas superficies, piel, nariz y ojos. Por lo que es sumamente importante mitigar los riesgos de transmisión con agentes capaces de destruir o eliminar agentes microbianos, tanto de superficies de contacto clínico, como de superficies de mantenimiento, como pisos, paredes y gabinetes.
La correcta utilización de antisépticos y desinfectantes, colaborará con la prevención de infecciones en el laboratorio y la clínica dental.
Las soluciones desinfectantes son sustancias que actúan sobre los microorganismos inactivándolos y ofreciendo la posibilidad de mejorar con más seguridad los equipos y materiales durante el lavado, algunas de las más utilizadas son:
- Solución electrolizada de superoxidación HOCL (ácido hipocloroso).
El ácido hipocloroso, forma parte de un nuevo grupo de sustancias microbicidas conocidas como «moléculas antimicrobianas no antibióticas» que por su amplio espectro, rápida acción y amplio margen de seguridad puede ser utilizado para controlar y prevenir un amplio número de infecciones de piel, mucosas también como un excelente desinfectante de superficies, inoloro y no genera manchas. Altamente efectivo ante bacterias, hongos y virus su mecanismo de acción se encuentra basado sobre la membrana y la oxidación de sus componentes orgánicos, es una solución que no genera reacción e interactúa de manera pasiva con todo tipo de tejidos como lo son piel y mucosa sin generar reacción alguna. El cuerpo humano genera acido hipocloroso como método desinflamatorio para heridas y proceso de cicatrización. Su carga neutra permite el ataque inmediato
- Alcohol y gel antibacterial.
En la actualidad, la desinfección con productos a base de alcohol es el único medio conocido para desactivar de manera rápida y eficaz una gran diversidad de microorganismos potencialmente nocivos presentes en las manos. Sin ser efectivo contra virus, hongos y esporas. La presentación ideal es al 70%. 5.1.3 GLUTARALDEHÍDO (SOLUCIÓN ACUOSA AL 2%) El glutaraldehído se utiliza para la desinfección de alto nivel, por remojo, del material termosensible (que no puede esterilizarse por calor) y especialmente de los endoscopios. La solución de glutaraldehído es irritante para la piel y las mucosas y libera vapores tóxicos. El personal expuesto debe tomar precauciones para proteger la piel, los ojos y evitar la inhalación de vapores (riesgo de náuseas, cefaleas, trastornos respiratorios, rinitis, irritación conjuntival, dermatitis). Las soluciones de glutaraldehído son inflamables. Deben tomarse precauciones para su almacenamiento y utilización a fin de no ponerlas en contacto con una fuente de calor.
- Hipoclorito de sodio.
El hipoclorito de sodio (NaOCl) es un compuesto oxidante de rápida acción utilizado a gran escala para la desinfección de superficies, desinfección de ropa hospitalaria y desechos, descontaminar salpicaduras de sangre, desinfección de equipos y mesas de trabajo resistentes a la oxidación, eliminación de olores y desinfección del agua. Los equipos o muebles metálicos tratados con cloro, tienden a oxidarse rápidamente en presencia de hipoclorito de sodio. El hipoclorito es letal para varios microorganismos, virus y bacterias vegetativas, pero es menos efectivo contra esporas bacterianas, hongos y protozoarios. La actividad del hipoclorito se ve reducida en presencia de iones metálicos, biocapas, materiales orgánicos, bajo pH o luz UV. Las soluciones de trabajo deben ser preparadas diariamente. El cloro comercial que contiene 5-6%, que será utilizado para la desinfección de superficies, debe ser diluido 1:10 para obtener una concentración final de aproximadamente 0.5% de hipoclorito. Cuando se quiere desinfectar líquidos que pueden contener material orgánico, debe tenerse una concentración final de 1% de hipoclorito.
- Compuestos de amonio.
Estos compuestos presentan también buenas características detergentes. Son incoloros, relativamente no corrosivos de los metales y no son tóxicos, pero pueden tener un sabor amargo. No son tan eficaces contra las bacterias gram-negativas como el cloro y los desinfectantes a base de cloro y yodo. Las soluciones tienden a adherirse a las superficies, por lo que es necesario enjuagarlas a fondo. Debe utilizarse en concentraciones de entre 200-1200 miligramos por litro (mg/l). Se requieren concentraciones más altas cuando se emplean con aguas duras. No son compatibles con jabones o detergentes aniónicos.